El objetivo de esta reunión y de otras similares que se celebran en toda España es intentar que las mujeres gitanas "se empoderen, tomen su protagonismo y que, ya que estamos viviendo en una época de igualdad y en favor del progreso de las mujeres, participen de esa evolución", ha afirmado la joven sevillana María Filigrana, quien expone en este encuentro su experiencia como vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Gitanas Universitarias de Andalucía.
Filigrana, licenciada en Psicología por la Universidad de Sevilla y miembro de la Federación Andaluza de Mujeres Gitanas (Fakali), ha comentado a Efe que la vida cotidiana de la comunidad gitana es ya como la del resto de la población, aunque hay una parte minoritaria que "vive situaciones de marginación, con condiciones de vida bastante indeseables".
En esos núcleos de exclusión social, ha indicado, la población gitana "sufre unas condiciones económicas más graves", aunque esas situaciones "tampoco son diferentes que las del resto de personas que viven en la pobreza".
El resto de personas gitanas que "sí hemos logrado un nivel de integración deseable" se ven afectadas por la crisis "prácticamente igual que el resto", porque "al final todos estamos en el mismo barco", ha asegurado Filigrana.
En ese sentido, ha resaltado que "es una realidad que el progreso gitano ya se está dando" en España, sobre todo entre la población femenina, cuya presencia se empieza a extender en todos los espacios públicos y alcanza ya "las mismas metas que el resto de mujeres", aunque "hay ciertos núcleos donde la pobreza todavía nos frena mucho".
Filigrana ha considerado que, en este ámbito, España se está convirtiendo en "un referente" para Europa y ha recordado las situaciones vividas por personas gitanas en países como Italia o Francia.
"La persecución y expulsión de personas gitanas, que no hay que olvidar que son europeas de ley, hacen que todavía sintamos esa discriminación por razones culturales, cuando realmente no hay diferencias" entre ciudadanos europeos, ha subrayado la joven sevillana.
No obstante, Filigrana ha declarado que el auténtico problema es de tipo económico: "No nos molestan ciertos gitanos que vienen a jugar en equipos de fútbol, pero la gente que tiene más dificultades económicas y que viven situaciones más precarias parece que sí son una molestia".
En la reunión también ha intervenido la joven Sandra Heredia, diplomada en Empresariales y Actividades Turísticas por la Universidad de Córdoba y técnica de inserción laboral en las asociaciones Fakali y Amuradi.
Heredia, representante española del órgano europeo "Decade of Roma Inclusion" (Década para la inclusión del pueblo gitano), ha explicado que, en el ámbito educativo, las dificultades no las encuentran las personas gitanas en general, sino las que "están en riesgo de exclusión".
Por ello, ha instado a solucionar las carencias que sufren estas personas en situación de exclusión con profesionales cualificados y preparados para la mediación social: "Ésa sí es la medida para mejorar su nivel educativo, que quizá en alguna fase está fallando".
No obstante, ha destacado, "en este momento somos cada vez más las que estamos llegando a etapas de estudios superiores, como cualquier persona joven".
Ricardo Hernández, de la asociación Gaz Kalo, ha aseverado que el objetivo de este tipo de reuniones es hacer ver "que las mujeres gitanas están aquí, que están presentes, que tienen mucha fuerza, muchas ganas, quieren hacer muchas cosas y trabajar por su pueblo", porque "la mujer gitana es el motor de nuestra cultura". EFE
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